¿QUÉ ES EL INCIENSO?

Remontándonos a la antigüedad, las primeras nociones del uso del incienso, vienen de la mano de las clases privilegiadas y también se hablaba del incienso, cuando se referían al humo o perfume que se obtenía al quemar ciertos árboles resinosos y se empleaba para fines religiosos.

A medida que fueron descubriéndose sus cualidades, el uso del incienso se extendió por todo el mundo, aunque las primeras recetas conocidas son egipcias.

Muchas culturas lo adoptaron por sus propiedades medicinales y lo incorporaron a sus ritos religiosos por la paz y serenidad que brinda, convirtiéndose en el compañero ideal para la meditación y contemplación.

Los primeros productos que la India importaba eran los inciensos de Arabia y Egipto.

Su uso es como costumbre en los rituales diarios celebrados en los monasterios y templos budistas y su objetivo es invocar el apoyo de los espíritus benefactores del ambiente.

El incienso tibetano es uno de los más antiguos y naturales que existe actualmente en el mercado mundial. Es una artesanía milenaria y todo el incienso está hecho a mano y en Nepal.

Es un incienso integral, que no contiene ni fósforo ni ingredientes tóxicos, hasta el secado se realiza al Sol.

El incienso tibetano es de un material selecto y de alta calidad, conteniendo éste sustancias aromáticas bien conocidas como almizcle, sándalo rojo y blanco, azafrán, canela, etc., y compuesto de hierbas y raíces del Himalaya, con un total medio de 25 ingredientes secretos, y algunos llegan a tener más de 35 hierbas selectas diferentes.

En sus costumbres y rituales el incienso era muy importante, ya que a cada de las diferentes y selectas hierbas y otros ingredientes se les atribuían propiedades místicas específicas.

En el tiempo de los faraones, sabían todos los secretos para la elaboración de incienso de alta calidad, se han encontrado en las cámaras funerarias de Tutankhamón, cientos de clases de incienso que han conservado todavía su magnífico aroma a través de los siglos.

COPAL: resina de color ámbar, su origen es americano, al no tener olor, es muy recomendable para utilizarla con esencias y aceites aromáticos.

MIRRA: compuesta por goma, resina y el aceite mirrol, que es el que aporta el aroma característico.

BENJUÍ Y ESTORAQUE: resinas aromáticas, que se extraen del algunas especies vegetales del género Styrax.

INCIENSO PURO U OLÍBANO: goma resinosa de color amarillo y olor muy aromático al arder. La produce un árbol de Etiopía llamado Olívano.

Lo que hoy se vende, conocido “comúnmente como incienso”, puede ser puro o puede contener una o varias resinas y aceites.

RUDA: arbusto muy aromático que desprende un olor muy particular. Es originaria de los países mediterráneos orientales y de Asia Menor.

INCIENSO UNIVERSAL: Es el que se utiliza hoy en día y es la base de la mayoría de inciensos “comerciales”

Purifica.

Limpia energías negativas.

Reduce la ansiedad. El incienso bajo estudios realizados, reduce la ansiedad en gran nivel.

Alivia la depresión. El incienso alivia a superar los cuadros depresivos, es uno de los mejores para la curación en general, pero uno de sus principales beneficios es aliviar la depresión, no tenemos que reemplazar ningún tratamiento de medicina tradicional, es un complemento alternativo, para ayudarte a sobrellevar estos cuadros de bajones de estados de ánimo.

Mejora el bienestar mental.

Descansa la mente.

En la actualidad, utilizamos los aromas como forma de expresión, y nos identificamos, dependiendo de nuestro estado de ánimo.

Brinda paz y serenidad.

El objetivo es que prevalezca la paz en aquella casa donde el incienso se quema.

Se hace imprescindible para la contemplación y la meditación: Cuando se desea realizar una meditación profunda, el incienso es un buen aliado, si a esto le sumas una iluminación tenue del ambiente y te puedes aislar de los sonidos ambientales con una música típica para meditar el combo es perfecto para que puedas conectarte con tu interior, tu cuerpo y tu mente.