GUÍA DE LOS 7 COLORES DE LOS CHAKRAS Y CÓMO UTILIZARLOS.

Los Chakras son vértices de energía a través de los cuales fluye la fuerza de vida a través nuestro.

El Chakra representa la energía en diferentes partes del cuerpo.

En Sánscrito significa círculo y es un concepto muy utilizado en la cultura occidental y en disciplinas como el yoga y la meditación.

Según el hinduismo, el equilibrio de los Chakras, se logra en función de cómo nos relacionamos con nosotros, con las otras personas, con la naturaleza y con lo divino.

Al estar desaquilibrados es cuando se manifiestan algunas disfunciones personales y sociales.

Necesitamos que nuestros Chakras fluyan y su correcto movimiento energético, influye en los aspectos físicos, mentales y emocionales. Si este flujo de energía está bloqueado, nos puede producir desequilibrios.

Puedes ampliar el concepto de Chakra, a través de este enlace

Los chakras son los centros de energía del cuerpo.

Los siete Chakras principales ascienden por la médula espinal, comenzando en la base de la columna vertebral y terminando en la coronilla.

Cada uno de ellos corresponde a diferentes necesidades y emociones (empezando por la supervivencia básica y terminando por la conexión con el espíritu y el universo); y cada uno de ellos tiene su propio color.

Los colores de los chakras siguen la secuencia de colores ROYGBIV, empezando por el rojo y terminando por el violeta-

Desbloquear y equilibrar los Chakras, puede ser una forma poderosa de liberar o sanar la energía estancada, y entender estos colores puede ayudar en tu trabajo con los Chakras.

«Cada color de Chakra lleva una frecuencia vibratoria particular que puedes aprovechar, trabajar y amplificar», profundizar en la sanación a este nivel es muy poderoso.

Esto lo explica la acupuntora, maestra de Reiky y autora de Chakra Healing Margarita Alcántara

 Teniendo esto en cuenta, trabajar con un color de Chakra concreto puede ayudarte a atraer la energía -o la frecuencia- de ese color a tu vida. 

Cuando decidas un color para incorporar a tu práctica, considera qué energía estás buscando en este momento. A continuación, busca en la siguiente lista el color que le corresponde.

Alcántara recomienda trabajar con el color o los colores de los Chakras elegidos mediante la visualización: 

Imagina ese color como una esfera de luz que existe en tu cuerpo y observa cómo crece y se irradia. Visualiza que se hace más fuerte y más vibrante con cada respiración.

Si te gustan los cristales, también puedes buscar una piedra que se corresponda con el color que has elegido e integrarla en tu práctica espiritual. Sujétala durante la meditación, añádela a tu altar o llévala contigo como recordatorio de una intención.

Color: Rojo

El Chakra raíz es nuestra base.

Se desarrolla en nuestros primeros siete años de vida y se ocupa de las necesidades de supervivencia y seguridad. Está representado por el color rojo y, cuando está desequilibrado, podemos sentirnos inseguros y desconectados de la realidad.

Piedra: Hematita

La hematita, un mineral de color rojizo-negro, es una buena piedra con la que trabajar para nutrir tus raíces.

Color: Naranja

El Chakra Sacro, situado en el bajo vientre, tiene que ver con la creatividad y la sexualidad. Se asocia con el color naranja y se forma en los siete años posteriores al chakra raíz, hasta los 14 años. (Esta línea de tiempo de siete años continúa con cada chakra a medida que envejecemos).

Piedra: Ojo de Tigre

La cualidad anaranjada del ojo de tigre hace que sea una buena piedra para trabajar si tu chakra sacro está desequilibrado y sientes una falta de control en tu vida.

Color: Amarillo

Desde la parte inferior del abdomen hasta la parte superior, se encuentra el chakra del plexo solar, que se asocia con el color amarillo. Este chakra se ocupa de la confianza, así como de la autoestima en general.

Piedra: Ámbar

Si has sentido algún tipo de vergüenza o duda, es probable que lo sientas en tus entrañas. En este caso, una piedra amarilla con la que puedes trabajar es el ámbar.

Color: Verde.

A continuación está el chakra del corazón -situado justo encima del corazón, en el centro del pecho-, que se asocia con el color verde. Tiene que ver con nuestra capacidad de dar y recibir amor a nosotros mismos y a los demás.

Piedra: Cuarzo rosa

Esta es la única excepción a la coordinación cristal-color: «El cuarzo rosa es la piedra principal cuando se trabaja con el chakra del corazón”.

Color: Azul claro/turquesa

El Chakra de la garganta, que se asocia con el azul claro o el turquesa, tiene que ver con la expresión y la verdad. Cuando está abierto, podemos comunicar nuestra verdad con claridad y eficacia. Cuando está bloqueado, nos cuesta compartir con autenticidad.

Piedra: Ágata de encaje azul

El hermoso tono azul claro de esta piedra la hace excelente para el trabajo del chakra de la garganta.

Color: Azul oscuro/morado

 A medida que envejecemos, nos acercamos cada vez más a la autorrealización.

 De los 36 a los 42 años, se desarrolla nuestro chakra del tercer ojo, que se asocia con tonos azules y morados oscuros. Se ocupa de la intuición y de nuestra capacidad para ir más allá de nuestro ego.

 Cuando está desequilibrado, nos sentimos fuera de contacto con nuestra intuición.      

Piedra: Amatista o Lapislázuli

La amatista, con sus ricos tonos púrpura, o el lapislázuli azul oscuro son dos buenas piedras para este chakra.

Color: Violeta/Blanco

Y por último, en la coronilla, tenemos el chakra de la corona. 

El último Chakra se asocia con tonos de violeta y blanco brillante. Se desarrolla cuando alguien ha evolucionado lo suficiente como para acceder a la conciencia superior, algo que puede llevar toda una vida y que no le ocurre a todo el mundo.

Piedra: Cuarzo claro

El cuarzo claro es una buena piedra para trabajar con este chakra ya que se cree que ayuda a abrirse a la conexión espiritual.